Bajo el paraguas -y con la excusa- de una recesión económica que ya no es tal, sino que ya se empieza a oír hablar de la situación económica actual como de algo dado a lo que tenemos que acostumbrarnos y de la situación anterior a 2007 como de “los años de bonanza económica”, dando por hecho que lo normal es la estrechez de hoy en todos los sentidos y muy especialmente en el terreno de la cultura y el arte. ¿Qué va a pasar con el Centro Cultural MONTEHERMOSO de Vitoria-Gasteiz, una referencia en arte contemporáneo y políticas culturales de género? De momento se sabe que el Ayuntamiento pretende recortarlo como si fuera un lujo o algo superfluo de lo que se puede prescindir sin más.
En nuestra sociedad el auge del sector servicios sigue siendo la única alternativa frente a los sectores de producción primario y secundario –ya ni producimos patatas-. ¿Qué hacer? Desarrollar la creatividad y la cultura forma parte de la estrategia a corto y largo plazo diseñada por las instituciones del País Vasco en su conjunto -Guggenheim Bilbao, Euskalduna, Arriaga, Museo de BB.AA., Kursal, Balenciaga, Donostia 2016… ¿Qué hacemos aquí? Eliminar un centro cultural que ha marcado un antes y un después en los estudios de producción artística y teoría del arte feminista, y que -quiero aclarar porque sé que hay mucho tópico falaz sobre el tema en cuestión- trata de construir un imaginario justo para todas las personas sea cual sea su sexo, religión, edad, clase, etc. ¿Conocen otro centro cultural así en el contexto europeo?
En otras palabras, se recorta la excelencia y es una lástima y un error por muchas razones: una es su compromiso con la contemporaneidad -echaremos de menos los interesantísimos debates y exposiciones de Montehermoso sobre emigración, género, teoría postcolonial… absolutamente aplicables a nuestro presente sociopolítico, pero quizá la razón más obvia sea precisamente que ese plus de excelencia es lo único capaz de hacernos remontar estos tiempos grises oscuros. Espero que las ‘pragmáticas’ mentes municipales sean conscientes de esta realidad.
Mi enhorabuena por el magnífico trabajo realizado en estos cinco intensos años y mil gracias a Xabier Arakistain, Beatriz Herráez, Lourdes Méndez, Almudena Díaz, Eduardo G. Nieto, Sara Bujanda, Tarsicio, Sonia, Maria José, Txarli… las corporaciones municipales que lo apoyaron y perdonad que olvide más nombres. Zorionak por haber creado un corpus de un mérito ejemplar que no acaba aquí... Hasta luego, que no adiós, quizá esta ciudad se ha quedado demasiado pequeña para tan gran propósito.
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